miércoles, 14 de octubre de 2015

MUNDIAL DE RUGBY 2015: ¡QUÉ GOZADA!


El Campeonato del Mundo de Rugby 2015 empezó el 18 de septiembre y desde entonces estoy flipando…

con la afluencia a los estadios. Al término de la fase de grupos el total de espectadores asciende casi a ¡2000.000! de personas. Y, por ejemplo, el Irlanda vs. Rumania fue presenciado en un Wembley abarrotado por 90.000 espectadores.


Con la ceremonia de los himnos que antecede a cada partido. Ver a los 30 jugadores abrazados sobre el césped mientras se escuchan las notas de los himnos nacionales es en sí mismo un espectáculo. A mí, por lo menos, la carne se me pone a menudo de gallina, y a algunos jugadores los ojos les brillan con las lágrimas. Y el partido aún no ha comenzado.

 
Con el respecto que todos, entrenadores y jugadores, muestran hacia las decisiones arbitrales que son comunicadas para todos a través de los micrófonos que llevan puestos sobre sus camisetas. El yes, sir, pronunciado por muchos jugadores después de escuchar los avisos, y a veces, las reprimendas del árbitro no me dejan lugar a la duda de que este deporte es algo muy especial; sí, entre caballeros anda el juego.

Con los sofisticados medios con los que cuenta el árbitro para decidir sobre una determinado lance del juego. La repetición de la jugada, desde múltiples ángulos, usando el zoom digital si fuera preciso, y viéndose todo ello a través de las pantallas de vídeo instaladas en el campo y sin que las aficiones ni nadie se vuelva loco con ello, no me parece sino el mejor ejemplo de civismo y del uso de la ciencia para, lejos de menoscabar, reafirmar la autoridad del árbitro que se hace así más justo y respetado.

Con el ambientazo multicolor con el que las diferentes aficiones están poblando las gradas de los estadios. El buen rollo, la diversión, las ¡cañas de cerveza!, los disfraces y trajes típicos del país con los que aficionados asisten a los encuentros, hacen que los partidos sean mucho más que un partido.

 
Con la humilde selección japonesa que, perdiendo por tres puntos (29-32) contra la poderosa Sudáfrica, renuncia en el último segundo a un golpe de castigo que le hubiera dado un increíble empate, y prefiere jugárselo todo a una carta. Lanza el balón a touch y después obtiene el ensayo posiblemente más famoso en las Copas del Mundo de Rugby. Resultado final: 32-34.
 
 
Con el terrible choque entre Inglaterra y Gales que terminó con el triunfo de los segundos, en un partido memorable. Y que hizo que, finalmente, Inglaterra tras su derrota frente a Australia quedara eliminada de su Mundial. Primera vez que esto sucedía: que el organizador quedara fuera del torneo en la Fase de Grupos.

Con las hakas de los impresionantes All Blacks, el equipazo de Nueva Zelanda, y las otras danzas guerreras que los equipos del Pacífico, Fiji, Samoa, Tonga, bailan antes del kick-off frente a sus rivales tratando con sus gritos y cánticos de amedrentarles antes de que el oval se ponga en juego.

Con la exquisita deportividad de los contendientes, que al finalizar los partidos, y sea cual fuere el resultado, se dan la enhorabuena, se estrechan las manos y hacen mutua y consecutivamente el pasillo a los rivales. Ni un mal gesto en estos colosos de más de 100kilos de carne engrasada para luchar y ganar.

Y todo esto ha ocurrido sólo hasta el domingo pasado cuando finalizó la primera fase, la fase de Grupos. Pero a partir del sábado, los cuartos de final, ya a partido único: Nueva Zelanda-Francia, Irlanda-Argentina, Sudáfrica-Gales, Australia-Escocia. Me froto las manos. ¡Qué gozada!

 

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