lunes, 30 de noviembre de 2015

MIKEl URRUTIKOETXEA, EL NUEVO SHERIFF DEL FRONTÓN


Hace unos meses cuando se proclamó Campeón del Manomanista dije de él (en la entrada en este mismo blog del 25 de junio de 2015: El manomanista no se merece semejante txapuza) que era un campeón con asterisco (Campeón*) ya que su pase a la Final se había producido de rebote (y valga la paradoja), después de que Oinatz Bengoetxea, el finalista por méritos propios, tuviera que renunciar a jugar el partido decisivo por una inoportuna (¿hay alguna que no lo sea?) lesión. Entonces Mikel Urrutikoetxea, que ¡había perdido contra el propio Oinatz la semifinal!, ocupó el lugar del delantero de Leiza en la Final en una decisión que, lejos de convencerme y dejarme tranquilo, me sumió en una profunda  discrepancia y malestar que, después de que Mikel se hiciera brillantemente (¡y qué!) con el campeonato, tuvo en el consiguiente asterisco (*) su gráfico reflejo.

Pero este domingo Mikel volvía a tener una oportunidad; y ésta, de verdad. Había alcanzado la Final del 4 ½  y nadie, en su sano juicio, podía discutirle la justicia de su logro. Había derrotado al mismo Bengoetxea en una semifinal excelente, para el recuerdo, reventando físicamente al bueno de Oinatz, en un partido jugado en el Labrit pamplonés a cara de perro; esa eléctrico rictus con el que a mí, por lo menos, me gusta que se jueguen los partidos. Sean estos del deporte que sean.

Y en esta segunda oportunidad, o segunda  Final que se disputó en un abarrotado Frontón de Miribilla, Mikel además no lo iba a tener fácil. Ninguna final lo es. Pero si hablamos de pelota y hablamos de Irujo la empresa no deja de parecer una ascensión al Everest sin un buen sorbo de oxígeno del que echar mano. Y así lo pareció en un principio y casi… hasta el final. El delantero de Íbero estaba a punto estaba de llevarse el partido a su zurrón con una incontestable comodidad: 10-20. Había jugado Juan como los ángeles y como los ángeles parecía que iba a llevarse la txapela de Bilbao por los aires. Como el Campeonísimo que es.

Pero entonces surgió Urruti. Que a mí que me gusta mucho el cine me recuerda al gran James Stewart. Mikel también es alto (pasa y de sobra el metro ochenta) y delgado (¡en la báscula apenas llega a los 68 kilos!). Y también es un tipo frío. De esos que dicen que no se cortan ni con el cristal. Camina por el frontón despacio. Como si recorriera, mirando a derecha e izquierda, a las ventanas, a cada rincón, a cada oscuro y sospechoso callejón, la céntrica calle de uno de esos pueblos del Far West que andan revueltos y en los que debe imponer el orden. Y nada parece alterar su propósito. Espera su momento. Y cuando lo encuentra, o sea, cuando se encuentra a gusto con el material, con el ambiente, con sus propias sensaciones se lanza a degüello. Y entonces sus rivales pueden echarse a temblar porque a Mikel no le va a temblar el pulso. Y Juan le vio venir. Poco a poco. A James Stewart, uno de los más despiadados bounty killers o cazadores de recompensas para los no familiarizados con las películas de vaqueros. Y así fue: poco a poco. 12-20, 14-20. Y Juan pedía tiempo muerto. Y resuello. Se retiraba a los vestuarios ante las pitadas de un respetable que empezaba a alucinar. Pero la refriega continuaba y continuaba la sangría: 16-20, 18-20, ¡20-20! Y Mikel ya era invencible. Por eso ganó la Final : 22-20 en uno de los duelos más increíbles que se han podido ver y disfrutar durante los últimos años; un partido que ya es Historia mayúscula.
 
Por eso hoy quisiera reconocer, y dar al César lo que es del César, que el viejo asterisco (*) se ha convertido en la más flamante estrella de marshall que puede cualquier ciudadano honrado lucir en su pecho. Sí, Mikel Urritkoetxea es el nuevo sheriff. El nuevo rey de la pelota a mano.



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jueves, 19 de noviembre de 2015

DOS CANCIONES, Y UNA POESÍA, POR SI ACASO


Ando dándole vueltas a un poemario. Quizás estos versos se contengan en él. Quizás no. Pero los trascribo aquí. Nunca se sabe.
 
Dos canciones

Ven,

sígueme siempre.

Aunque a veces

lo diga con mi particular

boca pequeña,

la bocca chiusa

que llama a Butterfly

durante el primo atto

sublime y frágil:

la que canta

a la ingenua,

a la que espera,

al sueño que se queda

y nos dice adiós agitando las manos,

flotando entre paneles vidriosos

de una China de juguete,

de afiladas esquirlas de cristal

que terminan

(ultimo atto)

fundiéndose en tu piel blanquísima.

Pero no pensemos en eso.

No lo hagamos todavía.

O mejor aún:

No lo hagamos nunca.

Y

ven, sí,

sígueme,

sígueme siempre.

Te espero y te persigo.

Yo invito. Entremos en una estrofa reducida

de esa mañana de domingo

que canta Lou

también con la bocca chiusa;

soñando con Butterfly,

posiblemente. Antes de que el crispado puñal

se hunda entre sus dedos.

Pero no pensemos en eso.

No lo hagamos todavía.

O mejor aún:

no lo hagamos nunca.

Y menos con la bocca chiusa,
 
mientras resuenan las campanillas

de una mañana de domingo.


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jueves, 12 de noviembre de 2015

NEIL YOUNG: 70 TACOS

Recordar que hoy 12 de noviembre de 2015 cumple 70 tacos Neil Young, que si de algo puede presumir es de ser la antítesis del altanero y presuntuoso Van Morrison. Modesto, genial, honrado, incansable, discreto pero atronador es, sin duda, uno de los grandes, uno de esos hombres (ya no cantantes ni artistas) que hacen que este mundo haya merecido y siga mereciendo la pena. Si escuchas su Helpless con The Band y con los estremecedores coros de Emmilou Harris y los pelos no se ponen de punta es que aún no te has levantado de la cama.
Por eso proponía en una entrada anterior que una de las cosas para hacer en Bilbao hoy (y siempre) cuando estás coñado es ésta de felicitar a Neil Young oyendo uno (por ejemplo, Helpless) o varios de sus temazos y discos,
Semper fidelis.

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QUE LE DEN AL LEÓN DE BELFAST

Que le den al León de Belfast que es Van Morrison y que ayer tocó en el Palacio Euskalduna de Bilbao, con las entradas desde ¡200€ la más cara, hasta 75€ la más barata!, y que si alguien ha asistido a algún espectáculo en el Euskalduna bilbaíno, se percatará de que no sólo son las más baratas sino que además son tuertas o casi ciegas Vaya, un robo con alevosía y a mano armada. Porque el León andará ya por los 70. Y además de no haber sido nunca muy simpático (aunque a un artista nadie puede obligarle a serlo) ya se ha dado varias vueltas por Bilbao. O sea que la primicia, de cachondeo. Al León ya le hemos visto la melena por aquí, más poblada y por muchísima menos tela. Y hemos asistido a sus desplantes, aguantado su mal humor y aplaudido y coreado el otro lado de su carretera.

Pero el tiempo no debe pasar en balde. Y si el León todavía ruge, pero menos y da menos miedo, en obvia relación con sus años, a nosotros en los bolsillos se nos han formado últimamente como cuevas de tela donde el eco resuena, demasiado a menudo, a sus anchas. Y no querer darse cuenta de esto, de la jodida crisis, y más aún volando desde Irlanda donde, por cierto, también se las están pasando canutas, y querernos sacar 200€ por hora y media de concierto molesta y decepciona.
 
Así que para mí, desde hoy, el León es historia. Sus discos, directos al aparador ese donde reposan olvidados, entre otros, el Grease de John Travolta, el Breakfast in America, de Supertramp y otras reliquias del pasado. Y me quedo tan ancho. Si el estúpido insiste en su estupidez, se hace viejo y persiste en su estupidez, qué le vamos a hacer: darnos la vuelta en cuanto le veamos asomar detrás de la esquina.
 
Y por supuesto, en esta entrada, ni una puta foto ni un puto vídeo suyo. Un coñazo, como él. Y lo siento. porque Astral Weeks me flipaba. Que lo sepas, León.
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lunes, 9 de noviembre de 2015

DANNY ELFMAN & BERLIOZ, PARECIDOS RAZONABLES

Y no es que los busque, sino que ellos me encuentran a mí. ¿O no os parece que estas músicas guardan entre ellas más que un parecido razonable, un similar y mágico "aire" ? Una de ellas se corresponde a la escena final, el coro Remonté au Ciel, de La condenación de Fausto, de Berliov, escrita a mediados del S. XIX y la otra es la más conocida Ice Dance, de Eduardo Manostijeras, la película que Tim Burton rodó ¡casi 150 años después! y a la que Danny Elfman le puso música.

Os las dejo ahí. Por orden de antigüedad. Vosotros diréis...

REMONTÉ AU CIEL
 
 
ICE DANCE
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sábado, 7 de noviembre de 2015

ALFONSO BASTERRA: EL VEREDICTO Y UN BORRADOR DE VERSOS




Ni es puro ni tiene sangre azul,

pero va a pasar en las mazmorras del delito

tantos años como su mente sea capaz de recordar,

casi tantos como Dumas imaginó

a su Edmundo Nantes aplastado contra las piedras y húmedos rincones

de una celda francesa,

greñudo y asalvajado,

sin voz ni perdones,

sin un ápice de alma de hombre.

Así lo ha decidido un tribunal popular.

Y pienso que eso de tribunal-popular

es como hablar de una sinagoga nacionalsolicialista,

Porque popular es una fiesta

a la luz de la luna,

popular es un carrera de diez kilómetros,

o una marcha,

o el tradicional partidito entre solteros y casados,

o la subida al monte ése que queda justo ahí,

a la vuelta de casa.

Pero un tribunal…

Un tribunal habla

y te corta las alas,

y el aire,

y tras dictar su anónimo veredicto

impone a tus idas y venidas

un antes y un salvaje después,

el más impertinente empujón,

el fuera de aquí más obsceno

e irreversible.

Y no me gusta.

No me gusta que detrás de lo popular

se esconda la inmundicia,

aquello para lo que hay personas instruidas

que saben

que conocen

que han estudiado

para bregar con esas ingratas tareas.

Y que por eso visten de negro.

Y dejemos a lo popular.

No le sustraigamos de sus risas,

de sus aromas a paella,

a fogatas,

a chiringuito,

a verbenas,

a kalimotxo,

a besos con quince años.

Sí, puede que a Alfonso se le haya torcido el camino

y la cabeza.

Puede que pensara

en lo que nunca debe pensarse

y se creyera un Basterra

que no hubiera compartido

ni mis pizarras, ni mis pasillos, ni mi colegio.

Y puede, entonces, que se lo haya merecido.

Pero nunca se habrá merecido esto.

Estoy seguro.

Lo popular no se abraza

con la desgracia.

No se entiende

con lo irremediable.

En su lugar lo popular me venda los ojos

y coloca un garrote a mi lado;

sí, también lo hace.

Pero luego nos arrima a donde cuelgan bolsas

repletas de arena o de los ansiados caramelos.

Y, a ciegas, tengo que acertar.

Y a veces lo hago y a veces no.

Y me cubro de confeti

o con lluvia sabrosa de dulces de colores.

Pero en cualquiera de los casos

siempre estoy vivo.



[1] Alfonso Basterra, compañero de la promoción del ´83 en el Colegio de los PPJJ de Bilbao, fue encontrado el 29 de octubre de 2015 culpable, junto a su ex mujer de la muerte de su hija de 12 años, por un tribunal popular. 
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miércoles, 4 de noviembre de 2015

PIQUÉ Y WILLIAMS, EL TONTO Y EL GRANDE


El mismo día lo vi en el mismo periódico.

Después de que el todopoderoso Barcelona derrotara al modesto Getafe 0-2, y mientras el jugador local Víctor Rodríguez atendía a los medios de comunicación en la sala de prensa del Coliseum Alfonso Pérez, y me imagino que con más ganas de irse a casa que un Casco Azul patrullando las aceras de Teherán, ahí que entra como elefante en una cacharrería el de siempre, el niño bonito y plomazo Gerard Piqué, ataviado con mascara y disfraz por la fiesta de Halloween, interrumpiendo las declaraciones de Víctor Rodríguez y soltando gritos y prepotentes cachondeos. Y sólo me pregunto. ¿Hubiera hecho la misma mamarrachada el muchachote de Barcelona si el resultado, por ejemplo, hubiera sido a la inversa, 2-0 a favor del Getafe?... ¡Qué lástima!

Y por eso me volví rápidamente hacia el sabio diccionario. Por si encontraba respuestas. Y busque en la “T” de “tonto”. Y sí, menos mal, ahí estaba él.
                                                                           
                                                                              Tonto
 
Y ese mismo día leí también en el mismo periódico que durante las celebraciones en Twinkenham, el templo del rugby, del título de Campeones del Mundo por los All Blacks Charlie Line, un niño de 15 años, trató de acercarse a Sonny Bill Williams, el tres cuartos centro de Nueva Zelanda, 1,94 de altura y 108 kilos de peso (Piqué también está con 1,92 y 84kgs aunque antes que "grande", él es tonto). Pero cuando Charlie corría fue agarrado y tirado al suelo por un guarda de seguridad. Y el crío, ante la imponente estampa de Sonny Bill, cayó a sus pies, desolado y con la mirada implorante. Y entonces Sonny Bill le ayudó a levantarse, le abrazó y conversó con él. El fisioterapeuta de los All Blacks colocó al chaval un gorro de lana del equipo. Y con Sonny Bill Charlie se acercó hasta la grada y, en un gesto fuera de toda norma, el centro neozelandés le entregó su medalla de oro. Y añade la noticia unas declaraciones de Sonny Bill, “yo sólo traté de que esa noche fuese inolvidable para el crío. ¿Quién sabe? Tal vez sea un futuro all black. Los compañeros me gastaron muchas bromas en el vestuario porque la medalla es de oro macizo. Pero prefiero que esté colgada del cuello de ese niño que en mi casa. Él la apreciará más.”

Y pensé entonces en los dos. En el gran pero tonto Piqué y en el grande-grande Sonny Bill. Y me sorprendí por las distancias siderales que pueden existir entre unos “animales” exteriormente tan parecidos. Y busqué de nuevo en el sabio diccionario. Por si me aclaraba la duda. Y sí, él estaba ahí: en su sitio. Y me quedé más tranquilo. Sí, justo en la “G” de “grande” estaba Sonny Bill:
 
                                                                            Grande
 
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lunes, 2 de noviembre de 2015

MUNDIAL DE RUGBY: BYE ENGLAND 2015: ¡¡NOS VEMOS EN JAPÓN 2019!!


¡¡Nos vemos en Japón 2019!! La edición 2015 del Mundial de Rugby celebrada en Inglaterra ha finalizado con el triunfo de los All Blacks, de la Haka (ver la de la Final, especialmente emotiva y feroz, dirigida por el mítico MA Nonu en su último partido como All Black), y de las excelencias de un deporte increíble en el que muchos otros deberían mirarse y no ocultar su sonrojo.


Y si quisieran meterme en un aprieto sólo deberían preguntarme con qué me quedaría de estos 44 días de espectáculo total.... Sí necesitaría, por lo menos, un par de minutos para afinar la elección. Pero si este blog trata de presumir de no quedarse nunca con lo obvio y con el lugar común, ahora no iba a ser menos. Y me quedaría, para que no cayera en el olvido, con ese maravilloso partido de la fase de grupos entre Australia y Gales, y en concreto, con la defensa numantina y extraordinaria con la que los wallabies ¡jugando con 13 durante casi 10 minutos!, mantuvieron su línea de ensayo intacta contra los furibundos ataques de los galeses.

A ver si encuentro un vídeo ad hoc.

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