lunes, 22 de julio de 2024

LOS CHICHOS: HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO

No podría decir de ellos que son mi grupo favorito, ni tan siquiera uno de mis favoritos, pero si al César lo que es del César, de justicia es que a Los Chichos lo que es de Los Chichos. Y aquí me detendría y me cuadro. Porque a veces basta una sola canción para que mi respeto crezca al máximo.

Es lo que me sucede con Me quedo contigo, sin duda una de las canciones más hermosas que nunca me ha dado por escuchar. Sólo por ella siempre tendré a Los Chichos entre los míos. Como a Bob Beamon, por ejemplo, y su descomunal salto de 8,90 metros en las Olimpiadas de México, ahora que pronto entraremos en las de París 2024.

Pero por lo que menciono a Los Chichos es porque este año han planificado su progresiva y definitiva retirada de los escenarios. Lo leí en un escueto cartelito en D2 pegado a los maderos de una obra. Así están las cosas. Pero me encanta la frase que utilizado para llamar a esta última gira: Hasta aquí hemos llegado. Y me encanta, digo, porque la frase destila honradez; esto sería, que si Los Chichos no han llegado más lejos es porque el alma no les ha dado para más. Ellos han hecho lo que han podido y más todaavía... pero hasta aquí hemos llegado.

Sí, después de 50 años que se dicen pronto, pero que son muchos años y es casi imposible que con su cuenta no se nos trabe la lengua. Pero el 30 de agosto se despiden pasando por Santander. Yo no iré a escucharles y lo lamentaré muy en serio. Me quedo contigo, que bien pudiera ser me quedo con vosotros es, sin duda, una de mis canciiones de referencia. Y siempre lo será. Desde que hace casi 30 años la escuché durante el visionado de Deprisa, deprisa, la película que Carlos Saura rodó en 1981 con el mítico, marginal y peligroso El Torete, y cuyo título no fue sino una acertadísima premonición de los tiempos que 40 años después, y deprisa-deprisa, nos iría tocando vivir. ¿Habrá algún día alguien capaz de frenarlos o esto ya no tiene remedio y va a ser así para siempre?


Y creo que Los Chichos con su canción optaban, sin duda, por encabezar la candidatura, por poner pie en pared o, ¿no es eso lo que significa me quedo contigo? Y ahora, exhaustos, dejan caer sus brazos, detienen sus palmas, los rasgueos de sus guitarras, se plantan y, con la cabeza bien alta, nos dicen, hasta aquí hemos llegado, que también pudiera entenderse como un hicimos lo que supimos hacer, nos dejamos la piel en cada uno de los rincones de los escenarios que pisamos, no engañamos a nadie y aquí nos tenéis esta tarde, vacíos pero contentos después de haberlo dado todo y más. Por eso, yo siempre me quedaré con ellos. Sin dudarlo. Siempre me bastará escuchar esos versos que dicen- y que tanta falta nos hacen-, Si me das a elegir/entre tú y la gloria/para que hable la historia/de mí por lo siglos/¡ay, amor! me quedo contigo. Y los pelos se me pondrán de punta. Y eso es mucho. Eso afecta a los sentimientos más profundos, a ésos que uno siempre lleva consigo a todas partes.   

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