miércoles, 18 de enero de 2017

DONALD TRUMP: TELÉFONO ROJO: VOLAMOS HACIA WASHINGTON

Dice un topicazo que la realidad supera a la ficción. Pero quién podría poner en duda esta cuestión. La ficción estaría limitada por nuestra humana capacidad de “inventar” mientras la realidad únicamente lo estaría por nuestra aptitud de “ser”. Para “inventar” es condición necesaria que primero “seamos”. Pero para “ser” sólo hace falta eso: “ser”. No se necesita ninguna condición previa ni mucho menos necesaria.

Así que los ejemplos en los que la realidad supera a la ficción se cuenta y seguirán contándose por cientos o por miles, y el que se eche las manos a la cabeza es que no le ha dado suficientes vueltas o que se asombra ante cualquier menudencia.

El último caso lo tenemos con el ínclito Donald Trump. Toma posesión del cargo de “Hombre más Poderoso de la Tierra” dentro de unas horas. Y el gabinete que piensa formar para afrontar sus primeros cuatro años de mandato presidencial no tiene desperdicio. Como para echarse, literalmente, a temblar. Hasta el punto que aquella ficción que ideó Stanley Kubrick en 1964 y que por estas tierras se llamó ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú se queda reducida a un amable; lo que ya es decir porque la película de Kubrick tira con bala y su parodia es corrosiva diversión en estado puro.

Pero Trump sale airoso del envite. Él gana. Kubrick pierde. La realidad gana. La ficción pierde. Y esto ya es mucho más preocupante porque es cierto.

Un tipo apodado Perro Loco (Crazy Dog), y no diría más, a los mandos del Pentágono; si el gobierno de George W.Bush fue bautizado en el 2001 como "el equipo de los millonarios" por una vergonzante riqueza conjunta de unos 250 millones de dólares, esta cifra -según The Washington Post- es apenas un aguinaldo, una décima parte del "tesoro" de Wilbur Ross, futuro secretario de Comercio, unos 2.500 millones de dólares. No está mal. Y sin contar con que parece ser que la procedencia de alguno de esos millones despierta más que algún recelo razonable. Aunque Wilbur se empeñe en frotar sus cuentas corrientes, nunca será oro todo lo que reluce. Dejémoslo de momento ahí. Con uno de mis odiosos refranes.

Y seguimos. Betsy DeVos, ministra de Educación y esposa del hijo del fundador de Amway (¿?) que heredó una fortuna de 5.100 millones de dólares (¿?). Elaine Chao, ministra de Transportes e hija de un magnate del transporte marítimo. Steven Mnuchin, propietario de un hedge fund, esos fondos de inversión libre que tienen como objetivo prioritario obtener la máxima rentabilidad a través de todas las estrategias y productos de inversión que estén al alcance del profesional o profesionales que gestionen el dichoso hedge fund. Vaya, un experto conocedor de la selva financiera de Wall Street, un buen aficionado a la “barra libre” como futuro secretario del Tesoro.
 

Pero tampoco el resto del team tiene desperdicio: el Vicepresidente, Mike Pence, hombre "de bajo perfil", conservador en lo social y muy devoto a la fe cristiana; Jefe de Gabinete: Reince Priebus, político de Wisconsin, presidente del Comité Nacional Republicano, que cultivó una sólida amistad con el jefe de la Cámara de Representantes, Paul Ryan y puede alinear, de esta forma, al Congreso con Trump; Estratega jefe y consejero principal del presidente: Stephen Bannon, director del equipo electoral de Trump hacia el final de la campaña, su historia empieza en la Marina, continúa en el Pentágono, pasa por Hollywood como productor de películas políticas ultraconservadoras y culmina como director del portal de ultraderecha de noticias Breitbart, uno de los más exitosos de Estados Unidos; una de sus voces más radicales, misóginas y racistas.

Y más: asesor de Seguridad Nacional: Michael Flynn, crítico de la política exterior y de Defensa de Barack Obama,, pidió trabajar de manera más estrecha con Rusia e incluso se reunió con Vladimir Putin el año pasado, director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de 2012 a 2014 y recientemente conocido por sus expresiones contra el Islam; Director de la CIA: Mike Pompeo, ocupa una banca en la cámara baja por Kansas desde 2011, miembro de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Tea Party, el sector más radicalizado del Partido Republicano, ex militar graduado por la academia de West Point y por la Universidad de Harvard, uno de los mayores críticos de la política exterior de Hillary Clinton en el Congreso, llegó a acusar a los líderes políticos del mundo musulmán de ser "cómplices potenciales" si no denunciaban los atentados islamistas.

Y otras "perlas": Secretario de Salud: Tom Price, cirujano ortopédico, congresista por el estado de Georgia desde 2005, se ha convertido en estos últimos seis años en uno de los mayores críticos de la reforma de salud de Obama conocida como "Obamacare", por lo que su nominación termina de confirmar que el próximo gobierno no mantendrá el actual sistema; Fiscal General: Jeff Sessions, con un pasado plagado de denuncias por racismo, llegó a ser fiscal en Alabama de la mano del ex presidente Ronald Reagan y desde 1997 es senador por el mismo estado, gran soporte en la cámara alta de los proyectos de George W. Bush, leal a Trump desde el principio de su campaña presidencial mientras gran parte del establishment del Partido Republicano le daba la espalda. And the last but not the least, Embajadora ante la ONU: Nikki Haley, gobernadora de Carolina del Sur, casada con un veterano de Afganistán.

Así que por una vez que cunda el pánico. Atémonos los machos porque la ficción, el bueno de Kubrick y su teléfono rojo se quedan tan anticuados como Graham Bell ante la realidad que se nos viene encima desde este mismo 2017. Y el gran Peter Sellers, y sus personajes del capitán de aviación de la Royal Air Force, Lionel Mandrake, de presidente de los Estados Unidos, Merkin Muffley, y del alucinante Dr. Strangelove (Doctor Insólito, sic), asesor (ex nazi) del presidente, agua de borrajas ante el elenco de Trump. Lo mismo que les sucede al descerebrado mayor Kong (¿de King-Kong?) que interpreta Slim Pickens o al histriónico George C. Scott en su papel de General Buck (Macho, sic) Turgidson. Por no mencionar ya al siempre excelente Sterling Hayden como el General Jack D. Ripper (destripador), auténtico “cerebro” de la trama al creer descubrir  que los rusos están detrás de su impotencia sexual al haber envenenado el agua (sic et sic), o al bueno de Keenan Gin como el Coronel Bat (murciélago) Guano o a Shanne Rimmer como Capitán G.A. “Ace” (el as) Owens.
 
Sí, mucho me temo que Kubrick se vaya a quedar corto ante los disparates de Trump. Luego habrá que estar muy al loro. Más de lo habitual. Es lo que sucede cuando la realidad quiere compararse con la ficción. Ésta retrocede espantada a un segundo lugar como un juego de niños para el que, si se quiere ver, hay que pagar una entrada. La realidad, sin embargo, siempre es más económica. Con ella nunca hay que rascarse los bolsillos. Siempre la tenemos ahí delante, gratis total, aunque, muy a menudo y por desgracia, nos salga muchísimo más cara.

PS,- Aunque trankis porque a comienzos de 2018 apenas si ya quedan algunas de estas "lumbreras" en sus posiciones originales. Donald Trump los ha ido fulminando sin percatarse que a los que pone en su lugar son "más de lo mismo", sin percatarse de que, en este caso, el problema está en quien extrae la bolita con el nombre del sustituto.

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