domingo, 23 de agosto de 2015

ROGER FEDERER O CUANDO EL TENIS SE HIZO PING-PONG


Tiene 34 años. Y sus mejores años quizás hayan pasado... No lo sé. Pero Roger es aún el único deportista capaz de convertir un partido de tenis en una eléctrica disputa de ping-pong. Parece inagotable, una presencia que nos ha venido de otro planeta. Yo he escrito un libro con su nombre, Las lágrimas de Roger, que espero que más temprano que tarde vea la luz. De momento espero. Como espero que su magia nunca desaparezca. Aunque lo hará algún día. Por esto cuelgo estas entradas en este blog. Son los highlights de su SF contra Andy Murray en el Máster 1000 de Cincinnati 2015 y algún que otro golpe maestro. Cuando Roger hizo que el tenis pareciera una endiablada versión del ping-pong. Cuando sabemos que estamos viendo algo muy especial y, posiblemente, irrepetible. Vosotros diréis.

Anoto: quizás esté llenando lavueltaylatuerca con demasiadas "entradas deportivas", pero no me canso ni se me sube la bola con ellas, con espectáculos como éste de Cincinnati. Y es me reafirmo en que en el deporte se encuentran explicaciones a una parte fundamental de nuestros modos de ser así y, sobre todo, de aquellos modos que podemos aspirar a alcanzar alguna vez.
Anoto: El domingo 23 de agosto de 2015 Roger Federer ganó al No.1, Novak Djokovic, 76, 63 en la Final del Máster1000 de Cincinnati. A sus 34 años ganó el torneo sin perder un set, ¡ni ceder su servicio! Con la edad el saque es uno de los golpes que los tenistas van perdiendo inexorablemente, lo que les hace hincar la rodilla en partidos que antes dominaban. Pero a sus 34 años Roger parece, incluso, vencer a las leyes de la Naturaleza. Por eso si a Silvio Rodríguez le "estremeció la mujer que parió 11 hijos", a mí me "estremece" este divino suizo. Así que esta noche celebraré su triunfo con media jarrita de sangría y unos filetes de merluza a la romana. Estoy a gusto, me apetece el homenaje y Roger se lo merece.

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