jueves, 19 de marzo de 2020

COVID-19: REPARTAMOS EL BOTÍN

Si por algo se caracteriza este sistema capitalistas en el que andamos tan imbuidos es por haber desarrollado un increíble, el cual me sigue anonadando, mecanismo para generar riqueza, ya que no solamente se forra cuando las circunstancias son favorables para el ser humano sino, incluso, cuando le resultan más desfavorables. Y esto que me resulta tan increíble creo que, al mismo tiempo, serán el pistolero que acabe con su vida y el sepulturero que cave su tumba y allane, después, la tierra, como si aquí no hubiera pasado nadie ni nada.

Pero mientras esto sucede en un futuro más o menos remoto y, por si alguien albergara dudas sobre lo que acabo de escribir, le citaría un par de ejemplos de esos negocios más perniciosos para la humanidad pero más lucrativos para las arcas del mencionado sistema; estos serían, las guerras y las drogas. Sí, porque a cuantas más personas infecten y maten, más bolsillos se inflarán con los suculentos (y no declarados, por supuesto) beneficios que de ellos se extraerán.

Por eso ahora que, desgraciadamente, andamos revueltos con uno de esos perniciosos negocios para la humanidad, como es este Covid-19, que no nos tiemble el pulso a la hora de buscar (porque los hay) no ya culpables sino empresas, corporaciones e individuos que, sin hacer nada constitutivo de delito, van a enriquecerse y multiplicar por 19 (por elegir un número al azar) sus cuentas de resultados.
 
Porque a todos nos puede venir a la cabeza que si nos encerramos y nos mantenemos en casa, obedeciendo las oportunas recomendaciones de los mandamases, las empresas relacionadas con el “funcionamiento” de los hogares van a estar frotándose las manos como el tío Gilito. Y me estaría refiriendo, por el evidente incremento de su consumo "casero", y pesar de la caída en los sectores industriales, a la luz (cfr,- Iberdrola), al agua y a la basura (cfr,- Ayuntamientos varios), al gas (cfr,- Naturgas), a la comida, envases, a las empresas de envasado, a los cientos de canales existentes de televisión en abierto (cfr,- TVE) y cerrado: plataformas digitales (cfr,- HBO), farmacéuticas, farmacias, skypes a tutiplén, empresas de fabricación de mascarillas, de colchones y somieres, de telefonía (todo pitxitxi comunica), y esto sin contar con los laboratorios y empresas coaligadas que descubran la vacuna milagrosa,... Y no continuo por no aburrir al personal.

Pero os aseguro que todas estas empresas y muchas más que, por los caracteres de sus negocios y los productos que fabrican o suministran a la población, van a ver durante estos funestos días incrementados sus volúmenes de facturación y, por consiguiente (a nada que los sepan manejar e invertir), sus curvas de beneficio irán hacia arriba.
 
Por eso propongo, desde aquí, que ya que desde los gobiernos se apela a la solidaridad, a quedarnos TODOS en casa para evitar innecesarios contagios y la propagación del dichoso Covid-19, se apele también a TODAS esas empresas que van a lucrarse, más de la cuenta, a que repartan el botín y efectúen un pago al Estado (en el que estamos TODOS) en concepto, digamos de Beneficios por Covid-19, de un razonable porcentaje de esos beneficios imprevistos; que, más tarde, el susodicho Estado lo podrá repartir entre TODAS aquellas empresas que no han resultado tan afortunadas ante la aparición del virus, y entre TODAS aquellas personas para las que Covid-19 ha sido algo más, o, mucho más que un extraño nombre asociado a un número y con vagas reminiscencias a la mascota que Mariscal creó para los JJOO de Barcelona 92 (curioso que las jóvenes redes sociales no hayan hecho en sus gracietas alusión a este "parecido razonable"; sin duda que su memoria es todavía de muy juvenil y corto recorrido).

Pero mientras tanto nosotros, a lo nuestro: solidarios, sí; pero solidarios TODOS y con TODO, sin que nadie se vaya de rositas y con la cartera bien forrada por la desgracia.



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