Así que los ejemplos en los
que la realidad supera a la ficción se cuenta y seguirán contándose por cientos
o por miles, y el que se eche las manos a la cabeza es que no le ha dado suficientes vueltas o que
se asombra ante cualquier menudencia.
El último caso lo tenemos con
el ínclito Donald Trump. Toma posesión del cargo de “Hombre más Poderoso de la Tierra ” dentro de unas
horas. Y el gabinete que piensa formar para afrontar sus primeros cuatro años
de mandato presidencial no tiene desperdicio. Como para echarse, literalmente,
a temblar. Hasta el punto que aquella ficción que ideó Stanley Kubrick en 1964
y que por estas tierras se llamó ¿Teléfono
rojo? Volamos hacia Moscú se queda reducida a un amable; lo que ya es decir
porque la película de Kubrick tira con bala y su parodia es corrosiva diversión
en estado puro.
Pero Trump sale airoso del
envite. Él gana. Kubrick pierde. La realidad gana. La ficción pierde. Y esto ya
es mucho más preocupante porque es cierto.
Un tipo apodado Perro Loco (Crazy Dog), y no diría más, a los mandos
del Pentágono; si el gobierno de George W.Bush fue bautizado en el 2001 como
"el equipo de los millonarios" por una vergonzante riqueza conjunta
de unos 250 millones de dólares, esta cifra -según The
Washington Post- es apenas un aguinaldo, una décima parte
del "tesoro" de Wilbur Ross,
futuro secretario de Comercio, unos 2.500 millones de dólares. No está mal. Y sin contar
con que parece ser que la procedencia de alguno de esos millones despierta más
que algún recelo razonable. Aunque Wilbur se empeñe en frotar sus cuentas
corrientes, nunca será oro todo lo que reluce. Dejémoslo de momento ahí. Con
uno de mis odiosos refranes.
Y seguimos. Betsy DeVos, ministra de Educación y esposa del hijo del fundador
de Amway (¿?) que heredó una fortuna
de 5.100 millones de dólares (¿?). Elaine Chao, ministra de Transportes e hija de un magnate del transporte
marítimo. Steven
Mnuchin, propietario
de un hedge fund, esos fondos de
inversión libre que tienen como objetivo prioritario obtener la máxima
rentabilidad a través de todas las estrategias y productos de inversión que
estén al alcance del profesional o profesionales que gestionen el dichoso hedge fund. Vaya, un experto conocedor de
la selva financiera de Wall Street, un buen aficionado a la “barra libre” como
futuro secretario del Tesoro.
Pero tampoco el resto del team tiene desperdicio: el Vicepresidente, Mike
Pence, hombre "de bajo perfil", conservador en lo
social y muy devoto a la fe cristiana; Jefe de Gabinete: Reince Priebus, político
de Wisconsin, presidente del Comité Nacional Republicano, que cultivó una
sólida amistad con el jefe de la
Cámara de Representantes, Paul Ryan y puede alinear, de esta
forma, al Congreso con Trump; Estratega jefe y consejero principal del presidente:
Stephen Bannon, director del equipo electoral de Trump hacia el
final de la campaña, su historia empieza en la Marina , continúa en el
Pentágono, pasa por Hollywood como productor de películas políticas
ultraconservadoras y culmina como director del portal de ultraderecha de
noticias Breitbart, uno de los más
exitosos de Estados Unidos; una de sus voces más radicales, misóginas y
racistas.
Y más: asesor de Seguridad
Nacional: Michael Flynn, crítico de la política
exterior y de Defensa de Barack Obama,, pidió trabajar de manera más estrecha
con Rusia e incluso se reunió con Vladimir Putin el año pasado, director de la Agencia de Inteligencia de
la Defensa de
2012 a
2014 y recientemente conocido por sus expresiones contra el Islam; Director de la CIA : Mike Pompeo,
ocupa una banca en la cámara baja por Kansas desde 2011, miembro de la Comisión de Inteligencia
de la Cámara
de Representantes y del Tea Party, el
sector más radicalizado del Partido Republicano, ex militar graduado por la
academia de West Point y por la Universidad de
Harvard, uno de los mayores críticos de la política exterior de Hillary Clinton
en el Congreso, llegó a acusar a los líderes políticos del mundo musulmán de
ser "cómplices potenciales" si no denunciaban los atentados
islamistas.
Y otras "perlas": Secretario de Salud: Tom
Price, cirujano ortopédico, congresista por el estado de
Georgia desde 2005, se ha convertido en estos últimos seis años en uno de los
mayores críticos de la reforma de salud de Obama conocida como
"Obamacare", por lo que su nominación termina de confirmar que el
próximo gobierno no mantendrá el actual sistema; Fiscal General: Jeff
Sessions, con un pasado plagado de denuncias por racismo, llegó a
ser fiscal en Alabama de la mano del ex presidente Ronald Reagan y desde 1997
es senador por el mismo estado, gran soporte en la cámara alta de los proyectos
de George W. Bush, leal a Trump desde el principio de su campaña presidencial
mientras gran parte del establishment
del Partido Republicano le daba la espalda. And
the last but not the least, Embajadora ante la ONU : Nikki Haley, gobernadora
de Carolina del Sur, casada con un veterano de Afganistán.
Así que por una vez que cunda
el pánico. Atémonos los machos porque la ficción, el bueno de Kubrick y su
teléfono rojo se quedan tan anticuados como Graham Bell ante la realidad que se
nos viene encima desde este mismo 2017. Y el gran Peter Sellers, y sus
personajes del capitán de aviación de la Royal Air Force,
Lionel Mandrake, de presidente de los Estados Unidos, Merkin Muffley, y del
alucinante Dr. Strangelove (Doctor
Insólito, sic), asesor (ex nazi) del presidente, agua de borrajas ante el
elenco de Trump. Lo mismo que les sucede al descerebrado mayor Kong (¿de King-Kong?) que interpreta Slim Pickens
o al histriónico George C. Scott en su papel de General Buck (Macho, sic) Turgidson. Por no mencionar
ya al siempre excelente Sterling Hayden como el General Jack D. Ripper (destripador), auténtico “cerebro” de la
trama al creer descubrir que los rusos
están detrás de su impotencia sexual al haber envenenado el agua (sic et sic), o al bueno de Keenan Gin
como el Coronel Bat (murciélago)
Guano o a Shanne Rimmer como Capitán G.A. “Ace” (el as) Owens.
PS,- Aunque trankis porque a comienzos de 2018 apenas si ya quedan algunas de estas "lumbreras" en sus posiciones originales. Donald Trump los ha ido fulminando sin percatarse que a los que pone en su lugar son "más de lo mismo", sin percatarse de que, en este caso, el problema está en quien extrae la bolita con el nombre del sustituto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario