jueves, 31 de agosto de 2023

ASTE NAGUSIA 2023: EL MOMENTAZO

El Aste Nagusia 2023 ha sido la leche. Lo dicen los periódicos. Récord absoluto de visitantes. 1.800.000 personas, lo que no está nada mal para esta ciudad de 300.000 habitantes, habitante arriba, habitante abajo. Aunque si me pidieran que me quedara con algo de lo que he visto me decantaría sin dudarlo por la corrida de toros que pudimos ver los afortunados que acudimos a Vista Alegre el sábado 26 de agosto.

Ese día el Juli se despedía de Bilbao. Y el público estuvo emntregado. No nos regaló el Juli ninguna faena para el recuerdo, pero en su segundo toro se entregó. Sabía que era el último. Se entregó y quiso. Pero con la suerte suprema, con la espada, y ante el silencio sepulcral que inundó el coso, el Juli falló y, en estas lides ya se conoce la opinión de la Presidencia, del insigne Matías, si no se mata bien, en Bilbao no hay oreja que valga. Por lo que posiblemente fuera que se trataba de la última tarde del Juli entre nosotros, o por la insistencia de un público que, sembrando los graderios con pañuelos, pedía la oreja sin mayor dilación, por lo que Matias reculó de sus principios y concedió al Juli la oreja que el respetable reclamaba.

Pero lo más bonito del Aste Nagusia 2023 vino después, mientras el Juli, entre una enorme ovación, daba la vuelta al ruedo exhibiendo su trofeo. Una gorrita roja cayó en la arena. Y el Juli, como manda la tradición, la recogió y fue a entregársela a su dueño. Y justo en ese momento vio en la grada a un chiquillo (quizás 9 o 10 años) con la cabeza pelada, víctima, sn duda, de la implacable quimio. Y el Juli le devolvió la gorra y al momento, y sin pensárselo vez y media (porque si lo hubiera hecho el momento y el gesto hubieran perdido toda su magia), entregó al niño la oreja del astado y el crío, sorprendido pero esbozando una enorme sonrisa, se la guardó como si del más preciado tesoro se tratara.

Sí, me driéis que soy un flojeras, un sentimental, pero gestos como ése me congracian con la Humanidad, y a pesar de que el mundo taurino no sea, precisamente, el mundo en el que me gustaría pasar el resto de mis días, esos gestos me hablan de que no todo está perdido todavía, de que debemos mantener la confianza bien alta, de que hay gente (el Juli, esa tarde del 26) que merece muy mucho la pena por lo que yo, a pesar de todos los esfuerzos que me supone ponerme en pie, me incorporé y aplaudí con las manos, pero también desde muy dentro. La Plaza se caía. No era para menos. Momentos así hacen que la Aste Nagusia sea mucho más que 9 días de fiesta por todo lo alto, mucho más que la Marijaia y que tú, amable lector, o yo, que escribo esta apresurada entrada. Por eso, ese momento ha sido y será mi momeno favorito; todo un momentazo. 

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jueves, 24 de agosto de 2023

ROBBIE ROBERTSON, DEP.

 

Hoy le ha tocado al gran Robbie Robertson, guitarrista y líder de aquella magnífica banda que fue The Band, el mismo que encabezó la inigualable lista de músicos que desfilaron sobre las tablas de El ultimo vals, el concierto con el que The Band se despedía de los escenarios.

Y son ya demasiadas las bajas en mi lista de imprescindibles. Robbie ha sido el último. Por ahora. Es ley de vida, pero no por eso dejo de lamentarme. Sí, nos estamos haciendo muy mayores, muchachos, y debemos estar preparados para el final del camino, que no del viaje, aunque no por ello vaya a dejar de reservar unos minutos para escuchar a The Band, y pensar que Robbie nos ve desde allá arriba, o desde donde sea, mientras su viaje continúa adelante, mientras yo aquí abajo vaya pensando que cuando me llegue el turno, el golpe no me resultará tan tremendo, porque ya habrá muchos de esos imprescindibles que me habrán tomado la delantera y quizás estén aguardándome allá donde más a gusto estén.

Sí, DEP, Robbie.






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jueves, 17 de agosto de 2023

ERIC CARMEN & SERGUEI RACHMANINOV

Yo, que me prodigo en este blog con los PARECIDOS RAZONABLES, se ve que no estoy suficientemente al loro, y entonces se me adelanta cualquier torito. O eso o que el mundo es tan grande que da para todo y que, con tanta artillería, siempre acaba cogiéndote desprevenido.

Y esto es lo que (me) ha pasado el otro día, cuando he descubierto que el 2º movimiento, el precioso adagio, del 2º concierto para piano de Rachmaninov tuvo ¡una versíon "popera"! en el tema All By Myself que cantaba Eric Carmen (¿quién dice usted?), y con el que el muchacho y su discográfica se hicieron de oro.

Cierto es que en este caso no se trata de un clásico caso de PARECIDOS RAZONABLES sino, más bien, de una versión de Rachmaninov pura y dura. Yo aquí os dejo con las dos piezas, una, la de Carmen; la otra con Hélène Grimaud al piano y el superlativo Claudio Abbado en el podio, en un registro del Festival de Lucerna de 2008. Y como siempre, la última palabra, toda vuestra.

Eric Carmen,-





Serguei Rachmaninov-




  

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domingo, 13 de agosto de 2023

EL VERANO Y LOS INCENDIOS





Aunque por los lares por donde resido y por donde me suelo mover, no azota la chicharra, sino que es más bien, y por momentos, el vientecillo norte, con una notable dosis de humedad, el que hace que no pierdas de vista dónde coño has dejado la chupa, no por ello, digo, me olvido del resto de la "piel de toro" donde al calor, los metereógos de la televisión, le han colocado un color rojo intenso que asusta por sus similitudes con el color que bien pudiera tener las paredes del mismísimo Infierno.

Y no es para menos. En muchas zonas del Sur, o a decir verdad, en casi todas, de Madrid para abajo, los 40º se han convertido en el nuevo miembro de la cuadrilla: un espantoso pelmazo al que nadie ha invitado a unnirse a la fiesta y que no te lo quitas de en medio ni a cañonazos. Pero el cabrito de él, no contento con eso, con meterse en nuestra misma cama e impedirnos conciliar el sueño durante toda la noche con su insufrible y calurosa verborrea, se ensaña con nuestros montes y les mete un repaso que los deja más pelados que al mismísimo Kojak, calcinados hasta las uñas, y con más parecido a la Luna que a la Tierra que es donde, realmente, están o... ya no: donde estaban.

Y cuento toda esta batalla al hilo de que el otro día un amiguete me envió la presente peliculita (apenas un par de minutos, y que os he dejado arriba) y que es, sin embargo una gran película. Y eso que tiene ya casi 100 años sobre sus espaldas pero que, ya en su momento, ya fue reconocida con el Oscar al Mejor Cortometraje de Animación del Año. Y alguno me dirán que ya no tienen años para dibujitos pero yo, entonces, les recordaría que estamos en verano, y que en verano a todos nos sale esa vena infantil o juvenil (¡esas terribles bermundas!) que nunca deshechamos del todo y que, además o sobre todo, se trata de una (digámoslo ya) peliculaza que nos podría alertar sobre los peligros de esos incendios provocados que, ahora en veranito, se convierten en tan cotidianos como los turistas que inundan esas ciudades conocidas por todos, y que haría palidecer a más de uno de esos súper creativos de publicidad que atestan cualquier Agencia y cuya última y lamentable ocurrencia habría podido ser aquel y yo no soy tonto con el que se despachaba a MediaMarkt, y que no sólo es un malísimo anuncio sino que, además, es mentira.


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viernes, 11 de agosto de 2023

SIXTO RODRÍGUEZ. DEP.



Ayer, con motivo del reciente fallecimiento de Sixto Rodríguez, a los 81 años, volví a ver su documental Searching for Sugar Man (2012), de Malik Bendjelloul, que en su momento ganó el Oscar, aunque esto sea lo de menos, y que nos habla sobre su increíble peripecia, sobre su música y su persona, súper popular en Sudáfrica, donde vendía más, y era más conocido que el mismísimo Elvis Presley, pero del que el resto del mundo, incluido su EEUU natal, no había oído hablar más que a las nubes.

Tan era así que todavía revisando el documental me asaltaban las dudas sobre que no fuera un "falso documental", tipo el Grizzlie Man, de Herzog, y que el propio Sixto no fuera un persnaje ficticio. Pero ayer se disparon las dudas, porque los medios se hicieron eco de que Sixto había fallecido, muy discretamente, tal y como había vivido. Luego, y de manera irónica, la muerte le ha convertido, finalmente, en una persona, a ojos de cualquiera, tan real como tú o yo que estamos leyendo o redactando estas líneas.

Aunque lo que de verdad resulta, al menos para mí, lo más valioso del documental es el cruel retrato que en él se hace sobre la Fama. Y la escribo con mayúscula porque creo que la Fama es el personaje central de este documento sobre Sixto Rodríguez; ese escurridizo y puñetero personaje, la Fama digo, que siempre quiere acaparar todo el protagonismo y al que el genial Rudyard Kipling le paró los pies con su inmortal If... escribiendo aquello que hoy se puede leer en el marco que precede a los jugadores antes de saltar a la Pista Central del Old England Tennis Lawn de Wimbledon:

(...)
If you can meet with Triumph and Disaster
And treat those two impostors just the same.

Pues eso, que un poco de humildad nunca está de sobra. Ésa es la gran lección que Sixto nos deja con su persona y su música. DEP. Y os dejo con su emblemática I Wonder. Que la disfrutéis, que él sabrá reconocerlo allá donde ahora esté.


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miércoles, 9 de agosto de 2023

BEETHOVEN & ANTON KARAS, PARECIDOS RAZONABLES,

Nunca me lo hubiera imaginado, pero el otro día escuché la Sonata para violín y piano nº 8. de Ludwig Van Beethoven, y cuál no sería mi sorpresa cuando durante el tercer movimiento me vi trasladado a Viena (¿o acaso no fue la capital austríaca donde el insigne músico murió?), pero también a la Viena que Carol Reed retrató y a la que Anton Karas pusiera música con su inolvidable cítara (¿o acaso el "parecido razonable" no sería sino un guiño de Karas a la memoria de su colega?).

Yo, por si las moscas, aquí os dejo las dos piezas, y a ver qué os parece o a ver si me he vuelto loco, que todo es posible en estos tiempos:

Beethoven



Karas
















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jueves, 3 de agosto de 2023

EL VERANO Y LOS LIBROS

 

Ya estamos en agosto. El mes de bakatas por excelencia, el mes para tocarse las partes pudientes más a gusto, pero para no dejar descansar a la más pudiente de todas; ésta sería, la cabeza. ¡Esto nunca! La cabeza siempre debe estar en funcionamiento. No sabrían las neuronas lo que es pasarse un minuto, si acaso, tumbadas a la bartola. Por eso, incluso en agosto, debemos darles cañota. Con un libro, por ejemplo. Y dejarlas que se ejerciten en la lectura. Y el tiempo libre, y agosto sería  el mes que más tiene de esto, es el terreno ideal donde explayarse repasando con la mirada esas líneas paralelas donde se nos cuentan tantas cosas.

Yo, por esto, siempre con un libro en mente o bajo el brazo. E incluso, el libro que ahora me traigo entre manos, en este caso, Un brindis por San Martiriano, del cineasta Albert Serra, el de Pacificion (Mejor Película del 2022, según la mítica revista Cahiers du Cinema, y como podéis suponer, cuasi-desconocida por estos lares nuestros), y donde se recoge, sí, el brindis, el pregón que Albert pronunció con motivo de las fiestas de su pueblo natal, Banyoles, y que estaría ahondando en lo mismo que llevo escrito hasta ahora: si las neuronas no descansan ni en agosto, carnaza, y de la buena como el propio Serra señala en su libro, en una cita que no le corresponde precisamente a él, pero que es mérito suyo (y, obviamente, de Charlie Munger que es el autor) haberla incluido en el libro. Y dice algo así como que, no he conocido nunca a una persona sabia (sobre una gran cantidad de materias) que no se pasara el día leyendo: ni una, cero.

Y así, démosles a las neuronas material con el que distraerse, letras con las que poder enredarse de los pies a la cabeza, ideas, ideas nuevas o viejas (ésas que corroboran lo que ya sabemos y que, por eso, tanto nos ponen y congratulan,…o, incluso, ninguna idea… ¡¿Cómo que ninguna?!, saltaría al momento el interpelado, y yo reafirmándome, sí, sí, has oído bien: ninguna idea. Y entonces, quizás, el aludido me respondiera, sí, me estás leyendo el pensamiento, Toni: eso me pasa a mí, como nada se me queda y todo se me olvida, decidí en su momento pasar de leer. Y en éstas sigo. Y yo repetiría el consejo, porque incluso en esa circunstancia, lee y le citaría, a continuación, aquel ejemplo del sabio que colocaba un cedazo debajo de un chorro de agua cristalina, y después de unos segundos cerraba el grifo y preguntaba a su alumno, qué ha quedado del agua en el cedazo. A lo que el alumno, mirando perplejo el brillante cedazo, respondía, nada, maestro, no ha quedado nada. Efectivamente, respondía el sabio, no ha quedado nada, pero ¿no luce el cedazo más limpio, más brillante? Y al alumno no le quedaba más remedio que asentir. Pues esto pasa con los libros y con la mente, concluía el sabio su master class: aunque creas que nada se ha quedado en ella, con la lectura siempre estará más limpia, y será más brillante.
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