jueves, 19 de febrero de 2015

GASOL STAR


Ahora que ya ha pasado el GasolStar o el Partido de las Estrellas 2015 no quisiera dejarlo pasar del todo sin hacer un par de precisiones o “vueltas de tuerca”.

1ª. Que el susodicho Partido de las Estrellas va camino de “estrellarse” (y mil perdones por el chiste fácil), o de convertirse en el Bluff de las Estrellas ya que estos BluffStars parecen empeñados en desterrar de este Partido cualquier aspecto que no responda a lo estrictamente cachondo-divertido y/o circense (y dicho esto con el mayor de los respetos para todos los Gabi, Fofó y Miliji que en el mundo han sido y, gracias a Dios, continúan siendo): un correcalles continuo, mates sin oposición alguna, botes y driblings a lo Globetrotters y, en definitiva, patxanga a punta pala.

Sí, la patxanga amenaza seriamente con comerse al Partido de las Estrellas. Y no dejar de él ni los huesos porque ese espíritu competitivo tan necesario para que el público (¡jamás lo olvidemos!), primera y última razón que sostiene el espectáculo, llene los pabellones brilló por su ausencia en este auténtico Bluff de las Estrellas 2015.

O asistir a los minutos finales del Partido, ¡y cuando el marcador estaba todavía igualado!, viendo a al equipo que ganaba botar y botar y marear el balón, dejando transcurrir el tiempo, mientras el otro equipo, ¡el que perdía!, se dedicaba a mirarles y sonreír, sin mover ni un solo dedo, porque aquello ya estaba a punto de terminar, y luego todos juntos y felices despedirían ese Fin de Semana en el que habrían jugado, ¡no!, en el que se habían paseado durante un par de horas por el parqué del mítico Madison Square Garden (¿no se merecen sus instalaciones otra actitud?), sin haber caído en alguna ingrata torcedura de tobillo o distensión muscular que pudiera apartarles unas semanas de la competición, ¡ésta sí!, oficial o de su futura disposición como agentes libres o de lo que sea.  
 

2. ¿Habría que reparar, si estamos con éstas, en que a un partido deportivo, del deporte y la naturaleza que sea, en cuanto se le resta ese espíritu competitivo, el quién ganará o perderá pierde, y valga la redundancia, todo interés? Hasta en los enfrentamientos de Solteros vs. Casados la victoria y la derrota tienen su importancia (¡cuántas veces por ellas se llega a las manos!).
 

3. ¿Y habría que puntualizar, entonces, en que esta patxanga, este cachondeo a raudales es una de los signos que distinguen y banalizan hasta el ahogo a estos tiempos que corren y en los que, desgraciadamente, estamos embarcados? Si la vida está así el basket, claro, no iba a ser menos.
 

4. ¿Porque dónde han quedado aquellos competitivos y serios Larry Bird, Jordan, Dominique Wilkins o Magic, que también era pura diversión, de acuerdo, pero al que tampoco le gustaba perder ni a la petanca? Ellos jugaban y las risas y los gestos amables se sucedían, sí, durante el 1º, el 2º o, incluso, el 3º cuarto, pero en cuanto el Partido descontaba sus últimos minutos colocaban el cuchillo entre los dientes y no se cogían ni prisioneros. Se buscaban la victoria y el público agradecía su entrega. Y más aún esa entrega que, realmente, no iba a parar a ningún sitio. Bueno sí, al honor. Pero, ¿qué coño es hoy en día esto del honor? Y no miro a nadie. Aunque más de uno de esos que tomaron parte en ese Bluff de las Estrellas debería darse por enterado y agachar la cabeza… sin que los sones del Star-Spangled Banner o de esa Bandera Tachonada de Estrellas estén atronando en riguroso directo.
 

5. Pero todo esto lo supe después, presenciando el partido (en diferido; las madrugadas en directo han quedado, definitivamente, atrás: este cuerpo mío no me las perdona). Antes no había caído en la cuenta de la magnitud que actualmente alcanza la patxanga. Que se lo come todo. Y con la que la frivolidad pasa a ponerse el traje de dueña de la función. Y yo, en la inopia. Le escribí, incluso, a SSMM para que sacaran chispas del evento y acudieran a Nueva York a presenciar el y ver el salto inicial de los Gasol (previamente había mandado sendos emails a la cadena ESPN y a Barack Obama comentando que ese salto entre dos hermanos it world be a nice touch). Y si no, para los escépticos de siempre, aquí tenéis la “prueba del algodón”:

“Estimadas Majestades Don Felipe VI y Doña Leticia,

sé que este consejo quizás les llegue con retraso pero aún y así no puede evitar enviároslo ya que creo que redundaría mucho y bien en beneficio de la imagen de la Corona y, por extensión, del país en su globalidad.

El asunto es sencillo. este próximo domingo 15 de febrero en el Madison Square Garden de Nueva York va a disputarse el partido de baloncesto conocido como el All Star Game que reúne a los mejores jugadores profesionales de la NBA, que se encuadran en los equipos del Este y del Oeste. Este año, ¡¡y por 1ª vez en toda la Historia del baloncesto profesional americano! van a enfrentarse como titulares (elegidos entre los cinco continentes, y por votación popular) dos hermanos que ¡además son españoles!!

Como bien sabe todo el mundo relacionado con este deporte éstos son los Hnos. Gasol, Pau y Marc, nacidos en Sant Boi, para más señas, o sea, catalanes de pura cepa pero españoles por encima de todo (su defensa y compromiso con los colores españoles en los distintos encuentros internacionales ya sean mundiales, europeos, juegos olímpicos no me dejan lugar a la duda).

Por todo ello, y dado además el carácter competitivo pero también, o sobre todo, lúdico y familiar que tiene este acontecimiento, que es seguido en millones de hogares SERÍA TODO UN DETALLE (DE INSOSPECHADOS BENEFICIOS PARA LA CORONA ESPAÑOLA DE CARA A LOS MISMOS EEUU Y AL RESTO DEL MUNDO) QUE SUS MAJESTADES TUVIERAN A BIEN ESTAR PRESENTES MAÑANA POR LA TARDE-NOCHE EN EL MADISION, SE FOTOGRAFIARAN Y SALUDARAN A LOS HNOS. GASOL Y FUERAN, EN FIN, UNOS MÁS ENTRE LOS PARTICIPANTES DE ESTE SINGULAR FIESTA DEPORTIVA.

Si las infantas también pudieran acudir el efecto sería doblemente espectacular. UNA CASA REAL TAN GUAPA, REPUTADA Y UNIDA NO SE ENCUENTRA HOY EN DEMASIADAS PARTES. ¡¡APROVECHEMOS EL MOMENTO!! Yo mismo con tiempo y dinero me daría mañana una vuelta por Nueva York pero me temo que el deseo excede a mis posibilidades, cosa que confío en que a ustedes no les ocurra, y que estas precipitadas líneas no hayan llegado demasiado tarde.

Sin otro particular, reciban el más cordial saludo.”

Pero, posiblemente, y aún llegándole a tiempo la carta, Don Felipe que por algo es VI se oliera, mucho antes que yo, la patxanga y decidiera evitar el viaje y el frío que pelaba ese 15 de febrero la 5ª Avenida.
 

6. Pero con todo, y en diferido, yo vi el Partido. Creo que era algo inevitable y de obligado cumplimiento para alguien que como yo ha crecido y disfrutado con los Buscató, el mítico Walter Szczerbiak (¡que no hubiera hecho con una línea de 3 por delante!), el irrepetible Carmelo Cabrera, Santillana y luego con los grandes Epi, Corbalán, Solozábal...,, para alguien que como yo ha soñado con la NBA como si de un planeta basket situado a millones de kilómetros de nuestra galaxia se tratara, y para el que los únicos hermanos que había vestidos con tirantes y de corto eran aquellos increíbles hermanos Margall.

Así que yo sí que vi el Partido porque para mí, por lo menos, éste siempre será, mucho más allá del BluffStars, el GasolStars. Y cuando los dos saltaron por la posesión inicial pensé que, de igual manera que voy haciéndome tan viejo, todo es posible.
 

7. Sin duda, fue un pequeño salto entre dos hombres, pero un gran salto para este crítico país, y para todo aquél que quiera enterarse de que esto está cambiando. Y para bien.
 
                                               

 

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