lunes, 23 de junio de 2025

SIEMPRE SE HAN COCIDO HABAS

A cuenta de la Sinfonía nº25 de Mozart, y de lo apuntado en las notas al Programa escritas por Mercedes Albaina, pude enterarme de cómo un rabioso arrebato llevó a un adolescente de apenas diecisiete años a componer ¡en sólo dos días" esta magnífica partitura- os la dejo aquí abajo dirigida por el carismático Leonard Bernstein para que podáis opinar "a sabiendas".

Porque Mozart había regresado de un viaje a Viena adonde había acudido con su familia en busca de un puesto de trabajo en la corte de la emperatriz María Teresa. Su hijo Fernidand Karl le había prometido un puesto como compositor en la corte pero la emperatriz tenía la última palabra. Y a pesar de tener ya 24 sinfonías bajo el brazo, algunas óperas- entre ellas Ascania in Alba que compuso para la boda del propio Fernidand- y un montón de excelentes composiciones- nótese que esta Sinfonía nº25 hace ya el K 183 de su portentoso catálogo- María Teresa le dio con la puerta en las narices.

No parece que aquella illuminatia que, desde la capital austríaca, dominaba el panorama musical mundial tuviera los oídos suficentemente afinados para constatar que se hallaba ante un fenómeno irrepetible por mucho que viniera desde "provincias"; esto es, Salzburgo. Y de esta forma sus biógrafos afirman que esta Sinfonía nº25 no es sino el resultado de la frustración y desconsuelo  de un joven genio, que sabía que lo era, y al que acababa de tratar injustamente. Aunque no por ello Wolfgang se vendría abajo o daría su brazo torcer. Y persistió. Incansable. A esto debemos apuntarnos.

Véase sino: según las ediciones traadicionales Mozart llegaría a compone 41 sinfonías, o sea, 16 más de las que su catélogo contenía "después del chasco". Pero, incluso, otros especialistas elevan el número de sinfonías hasta el 68. o sea,¡43 más! Sin duda, como reza el adagio: genio y figura hasta la sepultura.

Y no lo entendamos mal. No seamos insensatos y nos creamos únicos y desgraciados. Porque de éstos los ha habido y los habrá siempre. Y entonces deberá bastarnos con pensar, como pensaría, sin duda, Mozart, que confiar en uno mismo no supone cerrarse en banda a las críticas que pudieran venirnos desde fuera sino, simplemente, ponerlas entre interrogaciones, darles, acaso, una atenta vuelta, y seguir adelante con lo que hayamos aprendido de ellas: mucho o poco o nada. Y sin que nadie se moleste por ello. 


 

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jueves, 19 de junio de 2025

UNA DE ROLAND GARROS

Escribo a cuenta de las imágenes de la Ceremonia de entrega de trofeos de Roland Garros 2025, en las que se recoge al Pte. de la Federación Francesa de Tenis, de cuyo nombre no me acuerdo, y no me apetece recurrir a la wikipedia, al subcampeón del torneo, Jannik Sinner, al ganador, Carlos Alcáraz y al gran y mítico André Agassi, posiblemente el único ser humano presente en la mencionada Ceremonia.

Porque no sé si el Pte. pero tanto Jannik como Carlos se me antojan más humanoides creados por una insensata IA que hombres de carne y hueso; hombres como Agassi que me hacían disfrutar en su epoca, subirme por las paredes, apretar los puños y animar como un poseso.

Ahora tanto Carlos como Jannik- y muchos otros- son máquinas de jugar al tenis, ajedrecistas con raqueta. Parece que no sudan, que no se desgastan, siempre a tope como si les hubieran dado cuerda y ésta no se agotara nunca. No en vano ell 5º set fue el mejor de la Final. Y si el partido duró más de 5 horas- récord para una Final de Roland Garros- no me cabe nnguna duda que bien podria haber durado otras cinco, que ni Jannik ni Carlos hubieran protestado- sí, auténticas e inflexibles máquinas engrasadas al dedillo. Sin dejarse nada en el tintero.

Después llegaría la mencionada Ceremonia de Clausura donde todo se repite milimétricamente, y si hay en ella algún elemento desconocido se pasa de largo y se continua tal cual, todo muy mecánico (cfr,- la presencia como invitado de piedra del hermano de Carlos en su box, cuando Carlos, exultante, sube a él, se abraza con su team, se abraza con sus padres, porque eso es lo que toca, pero la máquina no detecta la imprevista figura del hermano y Carlos pasa de él y el hermano, claro, m´mas solo que la una, fuera de sitio).

Y por último, los discursos. Podéis imaginar que, tratando con máquinas, cualquier atisbo de emoción, de salirse del guión- o de las instrucciones incluidas en sus programas- o pedir de las palabras pronunciadas cualquier rasgo de humanidad, hubiera sido como aquello de pedir peras al limonero. 

Sí, a este paso el lugar hacia el que dirigimos nuestros vidas humanas no me gusta ni torta.

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lunes, 16 de junio de 2025

LUIS ENRIQUE, EL BUSCAVIDAS

El otro día disfruté como un enano con el triunfo del PSG, de Luís Enrique sobre el Inter de Milán por 5-0 en un en la Final de la Champions 2025. Ningún equipo había ganado anteriormente la Final con semejante abuso-de-poder.

Pero a mí que soy todavía más de cine que de fútbol, el triunfo de Luís Enrique me alegró de una especial manera por las similitudes que le emparentan, a mi parecer claro, con el mítico Eddie Felson de El buscavidas, la incomparable película de Robert Rossen, en la que Eddie derrota al invencible Gordo de Minnesota después de sufrir un durísimo varapalo personal- el suicidio de su novia- como el propio Luís Enrique lo ha sufrido hace escaso tiempo con el fallecimiento de su hija por un terrible cáncer de huesos.

No se habló sobre esto de lo que voy a escribir en esta entrada, pero el recuerdo de la hija muerta estuvo presente en todos los festejos que siguieron a la celebración del título en forma de alusivas camisetas y pancartas, en un sentido reconocimiento a la persona y a la labor de Luís Enrique, que había hecho al equipo parisino Campeón de Europa por 1º vez en su Historia-¡y al lorito con el Mundial de Clubes!- y que a mí me sirve, como un anillo a un dedo, para explicar mi teoría que no es otra que la que también podemos entresacar de... El buscavidas.

Por eso al día siguiente del 5-0 volví a ver la inagotable película de Rossen, por comprobar su estado de salud- se mantiene como una rosa- y comprobar, de paso, si sus imágenes daban pábulo, como yo recordaba, a mi teoría. Y sí, lo hace. Y bellísimamente.

Y ahora me explico. En el primer enfrentamiento con el Gordo, tras una laguísima y extenuante partida, el Gordo derrota a Eddie. Luego lo sabremos. Cuando Eddie adquiera carácter. Pero en esa primera partida aún no lo tiene. De momento, Eddie sólo tiene talento. Y la película, ¿y la vida?, nos enseña que con el talento no es suficiente.

Después Eddie conoce a Sarah y los dos se acompañan en sus respectivas tristezas- Eddie es un perdedor y Sarah es coja y bebe más de la cuenta. Pero los dos se enamoran. Entonces la intervención del diabólico Bert Gordon, un fullero que controla las apuestas y las ganancias del Gordo, acusando a Sarah de ser un insalvable obstáculo para la carrera de Eddie hace que la muchacha decida quitarse la vida, lo que sume a Eddie en un profundo e insoportable dolor.

Y es en ese instante cuando Eddie decide volver a enfrentarse con el Gordo. Pero en esta segunda partida Eddie consigue derrotar al Gordo. Porque Eddie ya no sólo tendría talento. Ahora también tiene carácter. Y ésa es una combinación ganadora. Eddie lo ha aprendido. Posiblemente, Luís Enrique ya lo sepa.

Aunque siguiendo con lo que nos cuenta El buscavidas hay en ello una demoledora verdad: el triunfo siempre nos cobra un elevadísimo peaje. Porque para triunfar, primero hay que pasar por las habitaciones del dolor y del sufrimiento.

PD,- Aunque de lo que nadie habla, ¿con qué peso cargará la conciencia del impecable e invencible Gordo de Minnesota?

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jueves, 5 de junio de 2025

EN AUXILIO DEL ALL- STAR GAME: ¡ME HICIERON CASO!





Por fin, metidos estamos en los play-off de la NBA. Adiós Regular Season. Hasta más ver. O sea, hasta el año que viene. Pero no la echaremos de menos. Por lo menos a los que nos gustan los partidos de "cuchillo entre los dientes". Y las temporadas regulares, desde hace unos añitos, son eso: temporadas regulares: pasatiempos más o menos llevaderos, donde nadie defiende ni el patrimonio, donde todos corren coast to coast, donde ¡viva la Pepa!, donde el cachondeo se impone a la competición; vaya, partidos para turistas en los que da la sensación de que el resultado es lo de menos y donde los jugadores, en esas favorables-sic- circunstancias únicamente se preocupan de llevar sus registros personales hasta cotas antes nunca soñadas. Sí, un auténtico turre. Hasta el punto de que, por estos derroteros, esta regular season ha perdido su carácter de "referencia" para determinar qué equipos se presentan en mejor o peor forma a la hora de la verdad; estos son, por supuesto, los play-off. De ahí que las "sorpresas", y dejadme que las ponga entrecomillas, se esten produciendo con tanta asiduidad.

Ahora sin ir más lejos, y mientras escribo estas líneas, los Warriors, 7º cabeza de serie del Oeste, han eliminado a Houston, 2º cabeza de serie, endosándoles en su propia casa ¡un concluyente y sonrojante 89-103 en el 7º partido!, y Minnesota, 6º cabeza de serie,  a los Lakers, 3º cabeza de serie y con LeBron y Doncic, por un quién-da-más, 1-4. Y seguiremos con las "sorpresas" entrecomillas, ya lo veréis: las cuatro semifinales que han comenzado con un 0-1, y esto sigue: la Regular Season no vale para nada.

Así que, de la misma manera y por motivos semejantes, el otrora espléndido All Star Game ya pasó, hace algunos añitos, a engrosar los expedientes de la más flagantes tomaduras de pelo. Pero parece ser que no se quiere que el agua nos llegue al cuello. Menos mal. Porque ayer leí, no me preguntéis dónde, que los mandamases de la NBA se están pensando muy seriamente modificar la forma en que este Partido- sic- de las Estrellas se juega- sic. Habemus papam!, ya que estamos. Porque muchos hemos sido ya los aficionados que nos hemos desconectado de esa chapuza sobre la que navega- a la deriva- el otrora espléndido All Stars Game de la NBA al punto de que, en muchas ocasiones, los ronquidos no nos dejan escuchar el partido- sic. Aunque, siendo malos-malotes, nada perdemos con ello y sí, por el contrario, ganamos 4 horitas añadidas del sueño más reparador, que nunca están de sobra.

Pero seamos serios, no malotes. Nos gusta el basket. Así que tratemos de arreglar el desaguisado. Yo, por lo menos, sí que lo intento y algunos amiguetes han sido testigos de mis ocurrencias en forma de salvavidas. Y habría llegado la hora de poner pie en pared, y decirlo a las claras, con la intención de que esta propuesta llegue, por ejemplo, hasta los oídos de Adam Silver, actual Comisionado de la NBA : HACER DEL PARTIDO DE LAS ESTRELLAS, UN PARTIDO EN EL QUE SE ENFRENTEN LOS ALL STARS NORTEAMERICANOS, O SEA EEUU + CANADA, CONTRA LOS ALL STARS VENIDOS DEL RESTO DEL MUNDO.

Y lo garantizo. Ahí sí que, desde el salto inicial, saltarían chispas. El orgullo noteamericano estaría puesto en la picota por aquellos que, a mucha honra, no han visto la luz de este mundo detrás de una cotina de Barras y Estrellas. ¿Y quién podría dudar de que el más sano pique, las rencillas mejor suturadas, se establecerían entre Doncic y Shai Gigleus-Alexander, por ejemplo, o entre Jokic y Karl-Anthony Towns, por otro ejemplo? Yo lo planteo. Ahora que sean ellos los que pongan manos a la obra.

Aunque habría que asumir, no lo oculto, que tal vez jugar con el cuchillo entre los dientes, a mitad de Temporada Regular, y sin que el resultado del partido vaya, realmente, a ninguna parte salvo a las hemerotecas, no sea tan del agrado de los propietarios de los equipos. El temor a quedarse sin una de sus estrellas para el resto del año a cuenta de un violento lance- sí, cuchillo entre los dientes- durante la disputa del Partido, seguramente retrotraiga a más de uno y le haga dudar de mi propuesta. Arriesgarse a llenar las enfermerías y cargar con una pila de lesionados no es plato de gusto para nadie y convertir una Fiesta- de eso se trata, ¿no?- en un doloroso recuento de heridos, menos todavía. Claro, la solución estaría donde siempre está: en ese término medio del que nos hablaba Aristóteles hace casi 3000 años. Así que cada cual elija: o siesta o partido de verdad... cruzando los dedos: las lesiones que pasen de largo.


NOTA,- Esta entrada la escribí a principios de mayo y parece que los mandamases de la NBA, a tenor de lo publicado el 5 de junio no han tardado y ¡me han hecho caso! (jeje):

 Adam Silver says next year’s All-Star Game will feature Team USA vs. Team World

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