miércoles, 5 de marzo de 2025

CUADERNO DE BITÁCORA

Sin duda, animado por los versos de José Mª Alvárez, aquéllos que hablan de La hora envidiable en la que abrimos por / Primera vez el ROBINSON CRUSOE y que de hecho hacen que esté embarcado, ¡por primera vez!- ya me vale-, en su lectura, me propongo asimismo, y ya que esto pretende ser un blog, o sea, algo bastante personal, ir relatando cosas que no sé muy bien cómo llamarlas, aunque espero saberlo cuando las haya escrito, porque eso sí, continúo formando parte de ese club que no sabe lo que va a decir hasta que lo ha dicho. Por ejemplo,

5 de marzo de 2025
Esta mañana me he enterado- ¡a buenas horas!- que Harry Belafonte falleció hace un par de años. En su larga vida (96 años) fue un poco de todo, músico, actor y activista social conocido como el Rey del Calipso- le concedo, sin problemas semejante "honor"- al popularizar este ritmo musical caribeño durante la década de los 50´ aunque a mí, la vedad, nunca me dijo gran cosa, por no decir nada. Pero hoy enredándome entre las redes (sociales) me he encontrado con este vídeo que recoge una actuación suya en 1960 interpretando la conocida canción The Banana Boat Song, sobre los esclavos que en Jamaica cargaban los barcos con semejante fruta y que le llevaría en 1957 a las primeras posiciones en las listas de éxito. Y aún así no me esperaba gran cosa- las listas de éxito me traen, más bien, al pairo- pero, como a menudo me ocurre, entre el listo y el listillo apenas una "o" y una "ll" les separan, y la realidad, ¡otra vez y van...!, me ha cogido por sorpresa. Y ya que el "¡oh! no resulta fácil compartir os dejo con el vídeo en cuestión y ya me diréis si no es una agradable sorpresa.



31 de enero de 2025
Ayer me enteré que el vuelo 5342 de la compañía American Airlines que cubría la ruta de Wichita, Kansas, a Washintong DC, colisionó con un helicóptero militar cuando iniciaba las maniobras de aterrizaje. Los 60 pasajeros del avión, sus 3 tripulantes más los 4 ocupantes del helicóptero murieron en el instante del impacto, del que hasta el momento se desconocen las causas. Se espera que la recuperación de las cajas negras aclare las circunstancias del accidente, aunque Donaldus Trump, tal y como se le conoce en Ephemeris, el diario digital editado en latín y que suelo leer, ya ha culpado a los, literalmente, deficientes psíquicos (¡!) que se encargan de las labores de control del aeropuerto.
Sí, ¡¿adónde vamos?! El viejo chiste del manicomio en el que en el primer piso estaban los locos, en el segundo los que lo están un poco más, en el tercero un poco más aún y en el último el Director, vuelve a asomar a mis labios. Aunque yo, mientras se aclaran las dudas, sigo con lo mío y ya que en la noticia se menciona a la ciudad de Wichita, me he acordado de Pat Metheny y de su increíble As Falls Wichita, So Falls Wichita Falls, y que, al instante, me he bajado de esa maravilla llamada youtube y que, después de cerrar los ojos, me ha puesto a escuchar. ¡Hostias, qué gozada!, ¡hostias, menudo temazo! Y a Donaldus que le den. 
 

30 de enero de 2025
Me supuran los oídos de tanto decreto omnibus. Cuando una expresión se pone de moda, ¡con qué (patética) facilidad la adoptamos todos! Nadie se cuestiona nada. Todos papagayos. Pero eso sí, al pie del cañón. Pero para nada. Porque alguien con omnibus podría plantearse ponerse a hincar codos y aprender latín. La lengua de donde venimos. Lo que, sin duda, sería una sabia decisión entresacada de una chapuza. En alguna parte leí que en Italia se pretende volver a incluir al Latín en los Planes de Estudio desde los 12 años. ¿Habrá sido una alucinación?, ¿o será verdad eso de que aún no todo está perdido?

18 de enero de 2025
Dicen que hace un frío que pela. En el interior está helando por las mañanas. Aquí en Bilbao, todavía no. y ciertamente a escasos 4 metros sobre el nivel del mar es difícil que hiele. Pero aún y así la gente se queja: 5º, 6º; por las noches, 2. Yo, sin embargo, estoy curado de espanto. El 2-3 con el Osasuna nos dejó fuera de la Copa el jueves, sí que me dejó helado. Después de eso confío en que este invierno ya nada pueda hacerme tiritar.

15 de enero de 2025
Ayer volví a ver La Estrella Azul, la deslumbrante ópera prima de Javier Macipe que es, para mí claro, la Mejor Película Española del Año y con una sustancial diferencia respecto a la siguiente. No es que me espere gran cosa- tal y como están los tiempos- pero todo lo que no sea que se alce con el Goya que acredite su enorme valía, sería un despropósito. Uno más, sí. Pero no perdamos la esperanza. Porque 
para el sábado dispongo de otra bala en el revólver o de una entrada para la representación de Tristán e Isolda en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Y quizás el domingo, si el cuerpo me responde, suba hasta Miribilla para ver jugar a Martxel Iztueta, la joven promesa de la Pelota, auténtica revelación, para mí sí, del Campeonato de Parejas y al que, con su desparpajo, es una gozada verle atizar a la pelota como si le debiera dinero; dicho esto con el permiso del mítico Jaime Ugarte. Y creo que por esta semana ya voy bien servido. 

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