Hace unos meses que pertenezco y participo en los excelentes coloquios que organiza mensualmente el Club de Roma. Pero hasta hoy no me había decidido- cosa rara en mí- a escribir nada al respecto, Pero, por fin, he decidido estrenarme con las presentes líneas, y a resultas de un manuscrito que la semana pasada me envió un buen amigo para que lo leyera y le diera mi humilde- ¡siempre humilde, que diría David Hume!- opinión.Porque no es éste un amigo que se mueva entre las medias tintas. Todo lo que piensa y escribe tiene siempre un aquél que hace que merezca la pena poner los ojos sobre sus letras. Y así, y ya desde las citas iniciales, aquéllas que suelen ser un anticipo de lo que nos encontraremos a continuación, me topé con ésta, debida al economista Juan Torres. Y la trascribo, porque pienso que en ella se encuentra el espíritu que mueve a nuestro Club- o así quiero creerlo- y que lo hace tan imprescincible.
Dice Juan (las mayúsculas son mías), "la conclusión es que no hay manera posible de resolver problemas que son de la humanidad, de nuestra especie en su conjunto, SI LOS SERES HUMANOS NO TOMAMOS CONCIENCIA DE ESPECIE y, en consecuencia, si no planteamos los problemas desde esa perspectiva y actuamos conforme a ella."
Claro que para ello, creo, y Juan no lo dice pero seguro que lo piensa, habrá que ir dejando aparcado nuestro siempre "gratificante" ego aunque, todavía, no dispongamos del correspondiente ticket de la O.T.A.
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