
El pasado domingo me iban a coincidir dos citas que no hubiera querido perderme, como suele decirse, por nada del mundo. Una de ellas era la Final del 4 1/2 de Pelota; en el Frontón Miribilla de Bilbao, para más señas. La otra, la Final de la ATP Finals, y valga la redundancia; la siempre conocida (o al menos lo ha sido para mí) como la Final del Master de Tenis; y ésta para ver, sin perderme un detalle,...