Y para empezar el Año, qué mejor que con una canción de amor o con el Lovesong de los Cure y con el primer poema que he encontrado este año en la chistera. Y no dejad nunca, nunca de masticar la Esperanza. Así que buen provecho y...
¡¡¡FELIZ AÑO!!!
Quisiera que Borges,-
No estoy acostumbrado a la
eternidad (Borges)
Quisiera que Borges
comprendiera
mi espantada.
Quisiera
que
comprendiera
mis esfuerzos
por
situarme
en
el extremo opuesto
de
la Gran Vía que él ocupa
con
su sombra alargada
y
siempre imprescindible.
Quisiera
que creyera que mis esfuerzos
han
dado sus frutos,
y
que hoy, por fin,
soy
yo quien comprende.
Aunque
nunca conseguiré
explicarle,
a él ni a nadie,
cómo
me ha venido esta certeza,
y
cómo con los días sucesivos
he
llegado a acostumbrarme a ella.
Ahora
está aquí, conmigo,
amplia,
silenciosa,
a
mi lado,
y
cuando el cansancio
le
vence, recuesta suavemente
su
cabeza sobre mi hombro.
Ella
no lo sabe,
ni
siquiera podría adivinarlo
pero
por su rostro
tranquilo
y adormecido
hubiera
sido capaz de dar mi vida entera.
Hoy
no es ya necesario.
Aunque
ni el mismísimo Borges lo consiguiera,
yo
sí soy capaz, ahora mismo,
de
confundirme con su sueño,
diluirme
en sus anhelos más posibles
e
imposibles.
Lo
he logrado. Pero también sé
con
seguridad que
cuando
sea necesario
tendré
que guerrear,
a
brazo partido,
contra
todo aquel que ose ponerme en duda,
contra
todo aquel que ose poner en duda
esta
preciosa conquista mía:
la
única que he alcanzado
con
mis propias manos,
con
mis tercos afanes,
la
única que me ha sorprendido
batiéndome
el cobre,
contra
vientos y mareas,
sin
desfallecer,
la
única a la que no he consentido jamás
un
“no” por respuesta.
Así
que, seguramente,
fuera
esto lo que Borges no supiera.
Ahora
la eternidad descansa en mi regazo,
y
yo voy acostumbrándome a ella.
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