
Hoy es un mal día para el tango. Lo fue cuando Gardel murió, pero a esa pérdida ya nos hemos ido acostumbrando. Pero a partir de hoy tendremos que acostumbrarnos a otra. Bernardo Bertolucci también nos ha dejado, y para muchos de nosotros su tango, el último que se escuchó en París, formará siempre parte de nuestra pequeña historia, de nuestra pequeña educación sentimental, con el permiso de Flaubert.
Porque...