
Sí, la final de la Champions
de este año me ha dejado mal cuerpo. Quizás fue por aquello de que la ciudad
que acogió el partido, Kiev, la capital ucraniana, formó en su día parte de la
extinta Unión de Repúblicas Socialistas soviéticas, esto es, la URSS y conocida es la afición
de sus buenos y aguerridos pobladores por el vodka que templa los estómagos y
el cuerpo, dado el frío que pela y azota aquellas...