
Así que primero voy con lo mejor que siempre resulta más gratificante y que, además, y escribiendo sobre rugby en términos pugilísticos, siempre vence por K.O. a todo aquello que podríamos encuadrar bajo el epígrafe contrario, o sea, bajo lo peor y de lo que al final de estas líneas también daremos cuenta cuenta justa para no ser acusados de "caseros". Pero primero, eso: lo dicho, lo mejor...