Me había comentado que el libro le había enrollado bastante y a mí el título me pareció súper bonito.
Además andaba con la idea de hacerle un homenaje a la buena de Patti después de la enrollada que se metió con Bob Dylan sustituyéndole durante la entrega de los últimos premios nobeles y cantando, a pesar de sus nervios o gracias a ellos, quién sabe, una increíble y emocionantísima versión del dylaniano A Hard Rain (o echar un vistazo a la entrada que hice en este mismo blog el pasado 12 de diciembre, Bob Dylan y el dichoso Premio Nóbel: finito).
Y en estas estoy. Llevo un par de días con el libro. Y en una de sus primeras páginas, cuando aún es una chiquilla, Patti escribe que hubiera deseado que el poeta Frank O´Hara le hubiera dedicado unos versos como hizo con la malograda y mítica Billie Holliday. Y, entonces, me puse a buscar el poema. Éstas son las cosas que me enrollan cuando leo cualquier libro: sacarle punta, que una de sus páginas me lleve a la página de otro libro, si se da el caso, que una de sus líneas o ideas me aclare o me haga dudar de otra idea que ya daba, precipitadamente, por buena; que el libro, en definitiva, viva conmigo durante unas semanas.
Y así di con The Day Lady Died, el poema en el que O´Hara homenajea a Bille Holliday. Y el título me enganchó por la solapa. Cómo no iba a hacerlo, cómo no me iba a acordar con él del The Day John Kennedy Died que el siempre imprescindible Lou Reed dedicó al “día en que John Kennedy murió” y que, sin que sirva para darle coba, y menos aún ahora que Lou andará por donde ande, siempre me ha parecido una de sus mejores y más entrañables canciones (que Trump agache la cabeza, por favor).
Luego aquí os dejo con los dos; con Billie Holliday y el poema de O´Hara y la personal traducción (se admiten sugerencias) que he hecho porque me apetecía probar, y con John Kennedy en el recuerdo de Lou.
¡Que los disfrutéis!
The Day Lady Died
By Frank O'Hara (1926-1966)
It is 12:20 in
three days after Bastille day, yes
it is 1959 and I go get a shoeshine
because I will get off the 4:19 in
at 7:15 and then go straight to dinner
and I don’t know the people who will feed me
I walk up the muggy street beginning to sun
and have a hamburger and a malted and buy
an ugly NEW WORLD WRITING to see what the poets
in
I go on to the bank
and Miss Stillwagon (first name Linda I once heard)
doesn’t even look up my balance for once in her life
and in the GOLDEN GRIFFIN I get a little Verlaine
for Patsy with drawings by Bonnard although I do
think of Hesiod, trans. Richmond Lattimore or
Brendan Behan’s new play or Le Balcon or Les Nègres
of Genet, but I don’t, I stick with Verlaine
after practically going to sleep with quandariness
and for Mike I just stroll into the
Liquor Store and ask for a bottle of Strega and
then I go back where I came from to
and the tobacconist in the Ziegfeld Theatre and
casually ask for a carton of Gauloises and a carton
of Picayunes, and a NEW YORK POST with her face on it
and I am sweating a lot by now and thinking of
leaning on the john door in the 5 SPOT
while she whispered a song along the keyboard
to Mal Waldron and everyone and I stopped breathing
Son las 12,20, en Nueva York, un viernes
tres días después del día de
estamos en 1959 y busco un limpiabotas
porque me bajaré del 4: 19 en Esthampton
a las 7,15 e iré derecho a cenar
y no conozco a la gente que me dará de comer.
Bajo por la calurosa calle cuando el sol empieza calentar
y cojo una hamburguesa y una caja de leche malteada y compro
un mugriento ejemplar del NEW WORLD WRITING
para ver qué están haciendo los poetas estos días por Ghana.
Me dirijo al banco
y Miss Stillwagon (Lucy, de nombre, escuché una vez)
no ha mirado mis cuentas ni una vez en toda su vida
y en el GOLDEN GRIFFIN me hago con un Verlaine de bolsillo
para Patsy con dibujos de Bonnard y aunque
piense en Hesiodo, en el transexual Richmond Lattimore o
en la nueva obra de Brendan Behan o en Le Balcon o en Les Négres
de Genet, no lo haré, y sigo con Verlaine,
hasta que prácticamente me vaya a la cama con mis problemas,
y por Mike entro en el almacén de licores de PARK LANE
y pido una botella de Strega y
después regreso por donde he venido, hasta
y la tabaquería del Ziegfeld Theatre y
pido un cartón de Gauloises y un cartón
de Picayunea, y veo por casualidad un NEW YORK POST con la cara de ella
y ahora estoy sudando mucho y pensando
en reclinarme sobre una esquina cualquiera del 5 SPOT
mientras ella susurra una canción sobre el teclado
para Mal Waldron y todo el mundo y yo dejamos de respirar.
The Day John Kennedy Died
por Lou Reed (1942-2013)
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