
Hay una impagable frase debida a Woody Allen que yo la repito en estas entradas bastante a menudo. Quien me conoce, la sabe. Pero para quien no me
conozca, se la repito, y con mucho gusto. Más o menos dice lo siguiente, hasta un reloj estropeado da dos veces bien la hora al día. Y me encanta. Y comprendo con ella en mente y poniéndola en práctica que nadie puede quedar
aparte, que a nadie se debe menospreciar....