Aunque creo que Warhol reparaba en su vaticinio más
bien en que cualquier ser humano que hollara este Planeta tendría sus quince
minutitos de fama y no tanto en que cualquier de esos seres humanos, dadas las
circunstancias, buscaría como alma a la que persigue el Diablo esos quince
minutitos de fama. ¡Quince minutos, nada más! Tal que si en el caso de que no
los tuvieran y no disfrutaran con ellos, pudieran considerar su vida como un
roto, una flagrante pérdida de energía y de tiempo. Algo tan demoledor como que
si el tipo en cuestión pasó por aquí, hermano, lo siento, pero nadie se acuerda
de él.
Y tal vez sea ésa uno de los motivos por los que abundan ,hoy en día, hasta la extenuación o el sonrojo esos millones de compatriotas (se les puede contar, por desgracia, por millones, niños y viejos) que tratan de abrirse paso a codazos, si es preciso, o por lo civil o criminal (hasta esos extremos llegan algunos) por asomar la esquina de sus narices en alguna de las múltiples pantallas cuadradas que existen o que sostenemos entre las manos, o en endulzarnos los oídos con alguna de sus ocurrencias, casi siempre más “ocurrentes” para aquellos que las pronuncian que para nosotros que las oímos (¡ay!).
Pero gracias a Dios hubo otros tiempos; tiempos muy diferentes a éste que vivimos ahora. Donde también se buscaba la fama. Nadie lo niega. Siempre ha sido ésta un plato de gusto. Pero en el que también se reflexionaba y se corroboraba, y se insistía en que no todo lo que reluce es oro; y que detrás de esa tan anhelada Fama, por ejemplo, se esconce más de un disgusto que, incluso, pudiera hacernos no querer ver a esa Fama, tan ruidosa y fashion, ni en pintura.
Por eso traigo a colación la presente entrada. Para que leamos cómo famosos de otras épocas trataban a esta Fama, a la que tan bien conocían, más que como una ferviente y devota esposa como un alcahueta, eso sí, siempre atractiva pero que no deja nunca de pedirnos más y más a cambio de esos 15 minutos de los que nos hablaba Warhol, hasta dejarnos en pelota picada sino literalmente sí, por lo menos, psicológicamente. Reconozco que el caso de Kiko Rivera me estremece.On fame
EN LA FAMA,-
Fame, like a wayward girl, will still be coy
LA FAMA, COMO UNA VOLUBLE MUCHACHA, SE MOSTRARÁ ENCANTADA
To those who woo her with too slavish knees,
CON TODOS AQUELLOS QUE ARRODILLADOS LE BESEN SUMISOS LOS PIES
But makes surrender to some thoughtless boy,
Y SE
RENDIRÁ ANTE UN CHICO SIN IDEAS
And dotes the more upon a heart at ease;
Y MÁS AÚN ANTE UN CORAZÓN ENDIOSADO;
She is a Gipsey,--will not speak to those
ELLA ES UNA GITANA- NUNCA LES HABLARÁ A AQUELLOS
Who have not learnt to be content without her;
QUE NO HAN APRENDIDO A ENTENDERSE CON ELLA;
A Jilt, whose ear was never whisper'd close,
UNA DESCARADA QUE NO PRESTA ATENCIÓN A LOS SUSURROS,
Who thinks they scandal her who talk about her;
QUE PIENSA QUE QUIENES HABLAN DE ELLA, LA ESCANDALIZAN;
A very Gipsey is she, Nilus-born,
ES UNA VERDADERA GITANA, NACIDA EN EL NILO,
Sister-in-law to jealous Potiphar;
CUÑADA DEL CELOSO PUTIFAR
Ye love-sick Bards! repay her scorn for scorn;
¡OH, POETAS ENFERMOS! PAGADLE SU
DESPRECIO CON UN DESPRECIO MAYOR;
Ye Artists lovelorn! madmen that ye are!
¡OH, ARTISTAS ATORMENTADOS POR EL AMOR! ¡LOCOS ESTÁIS!
Make your best bow to her and bid adieu,
COMPONED VUESTRO MEJOR REGALO Y
OFRECEDLE UN ADIEU,
Then, if she likes it, she will follow you.
ENTONCES, SI ELLA QUIERE, ELLA OS SEGUIRÁ.
Y cómo no, me acuerdo también de él porque el gran Bowie, que sobre esto de la fama sabía un rato, no dejó de hacer referencias a su sibilina presencia en sus canciones. En Fame, y valga la redundancia, por ejemplo. (Al estar el vídeo subtitulado, a buen entendedor, sobran las palabras, creo).