
El otro día vi el All Star Game de la
NBA. Y digo “día” porque lo vi grabado, por la tarde, justo
después de comer. Y lo siento. Pero ni por todo el oro del mundo (y es un
decir, claro) hubiera trasnochado, estando como estaba sobre aviso, ya que el Gasol Star de 2015 había sido igualmente
insufrible, para presenciar semejante chirigota, diseñada y escenificada en
loor del espectáculo más circense y menos...