A veces me ocurre, como durante esta Semana Santa, que estoy particularmente coñado. Y me pongo a pensar en cosas que antes nunca había pensado; en cosas del tipo de cuales son el peor actor y la peor actriz de la historia de Hollywood, por ejemplo.
Cierto es lo reconozco que el último y reciente visionado de La novia de Frankenstein, la buena (y dejémoslo ahí) película que James Whale rodara en 1934, más acertado que en su original y mediocre Frankenstein, ha contribuido lo suyo a que me embarcara en esta elección.
Porque ella, la actriz está en La novia... No es la novia, ¡faltaría más! Apenas si es un personaje secundario, con más protagonismo del debido durante los primeros minutos y que por ello está a punto de echar al traste la película o de hacer que levante el culo de mi mullido butacón y vaya a tomarme un pequeño black tea. No lo consigue y me quedo con las ganas del té, gracias a Dios, porque después de esos nefastos primeros minutos desaparece; por lo menos, para mi alivio. Y el nombre de semejante insustancial, histericona y con menos gracia que tener hipo no es otro que el de la buena Una O´Connor, que hizo bastante cine y que casi siempre como en La novia... es lo más patético de la función. Así que ella se lleva el Premio y la consabida y cariñosa, ¡faltaría más again!, colleja para que vuelva a su sitio o a su casa y que no se le ocurra volver a moverse de ahí en su vida.
Y en cuanto a él, muchos lo tendremos en la punta de la lengua, y con unas tremendas ganas de escupirlo y quitárnoslo de encima. También él es muy capaz de destrozar la mejor película con su simple intervención. Y si para muestra, un botón, aquí os dejo con una de sus secuencias en la bonita Desayuno con diamantes, la adaptación de la novela de Truman Capote que realizara Blake Edwards en 1961 con la inolvidable Audrey Hepburn.
Porque vamos a ver y seamos sinceros, ¿quién no lamenta, siempre que ve la peli, la presencia del calamitoso Mickey Rooney interpretando al ni-una-risa vecino de Audrey? Cierto es que Mickey nunca fue gran cosa, pero creo que con sus apariciones en Desayuno... fue el principal motivo para la urgente invención de la marcha rápida en los reproductores de vídeo o dvd. Sí, se lo ha ganado a pulso. El Premio al Peor Actor es todo entero, tranquilos nadie se lo va a quitar, para él. Y os dejo con una de sus intervenciones....