
No es lo mismo aunque los cronistas no quieran darle
mucho bombo ni sacar de ello demasiada sangre. Porque hablar, tampoco se habla
mucho de esas gradas vacías, de esos campos a la intemperie, de esos partidos
donde se escucha a los jugadores proferir esas llamadas o gritos que no pueden
contener. Porque aunque los prebostes de nuestras existencias se empeñen en lo contrario, esta nueva
normalidad de...