
Y no me he vuelto loco pero ya que estoy con Stevenson, un
poco más de Stevenson. Ahora, su poema Los
horizontes de mi colcha (en la traducción de Txaro Santoro y José María Álvarez
para poesía Hiperión) con el añadido
de Hans Christian Andersen, con su breve pero imborrable relato El soldadito de plomo, ya que el uno siempre
me ha recordado al otro, y el otro al uno; además de ser para mí uno de mis
cuentos...